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lunes, 9 de julio de 2012


II Parte: Preparar la tierra, ¡y a plantar!

En esta parte empezaremos ya a rellenar la estructura del huerto urbano que hemos construido en la I parte.
A continuación forraremos el interior de la estructura del huerto mediante una malla de jardinería para evitar que se caiga la tierra y se salgan las raíces o el agua con la que regaremos.

MATERIAL NECESARIO

- Malla de jardinería
- Tornillos
- Martillo
- Tierra hortícola 90l
- Tierra de coco 50l
- Humus de lombriz 5l
- Perlita
- Cañas (estructuras tomateras)
- Alambre o cuerdas
- Semillas o esquejes de las hortalizas que deseemos

1. En primer lugar se mide la tela para adaptarla tanto a la base como a las paredes, para fijarla nos hemos ayudado de los mismos tornillos como se aprecia en la imagen. Una vez forrada la superficie debería quedar parecido a esto.
 















2. A continuación se rellena todo con tierra para hortalizas y se mezcla con tierra de coco y humus. En mi caso se han usado 70L de tierra para hortalizas, 60L de coco y 10L de humus, 1 kg de guano, 10L perlita, 5L estiércol de caballo y vaca. Pero en un inicio con el coco y el humus debería bastar, siempre y cuando al entrar en la fase de floración se refuerce con un abono líquido rico en fósforo y potasio, que se identifica con las letras P-K. 







3. Una vez rellenado, se colocan las estructuras para las tomateras y se atan con tela o alambre. Las tomateras necesitan una estructura que sujete bien el peso al que llegarán los tomates.




  
















 




4. En esta parte se trasplanta el plantel a su nueva ubicación como vemos en la imagen. Para sacar el cepellón basta con colocar nuestros dedos sobre la plantita y dar la vuelta a la maceta, sujetarla con los dedos y con la otra mano solamente será necesario dar unos golpecitos en la parte posterior de la misma para que salga. Con mucho cuidado de que no reciban luz los pelillos radiculares recién formados (raíces), se colocan en el hoyo que hayamos preparado previamente, después cubrimos con tierra los espacios que queden vacíos y listo. 















Bueno, espero que os guste la idea y disfrutéis de ella, porque ¡plantar y degustar tus propias hortalizas es un placer!

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